¡Mujeres! Reflexión para el autoestima después de la infidelidad
1.- Tengan muy claro que un matrimonio se trata de respeto, lealtad, fidelidad, amor incondicional.
2.- La infidelidad (hoy lo sé) es una enfermedad emocional
de él, tu no tienes nada que ver en ese rollo, no tienes la culpa, no
salió a buscar lo que no le dabas, no porque seas fea o bonita, ni más
esto o menos aquello, no porque seas vieja o gorda o flaca. Es una
manifestación de los problemas emocionales que él ha venido cargando
desde su infancia y nunca ha resuelto su rompecabezas, un día la olla
express revienta y esos problemas salen a través de los defectos de
carácter, (ira, lujuria, gula...etc.) su inestabilidad lo llevó a tratar
de encontrar los pedazos que le faltan en lo que otras personas puedan
darle, sin entender que los tiene que buscar dentro de él.
3.- Por lo tanto, que no se trate de disculpar que
necesitaba comprensión, amor, sexo, etc. y tú no le dabas. Cada quien es
responsable 100% de sus actos, así le hayas llenado la barriga de todo
lo que se te ocurra, el enfermo emocional siempre tendrá un pretexto en
su cabeza para portarse mal.
EL SER INFIEL ES PROBLEMA DE ÉL NO TUYO, EL QUE TIENE QUE
RESOLVER SU VIDA ES ÉL; NO TÚ. Tú has sido buena mujer, buena madre,
buena esposa, no le has fallado y a su lado has estado en las buenas y
en las pésimas, no es tu problema.
Ahora hablando de ti:
1.- Desde que nos casamos somos como fantasmas detrás de
los esposos y de los hijos, sirviendo, cuidando, atendiendo, amando
incondicional, vivimos, vemos, sentimos, por y para el bienestar de los
otros, ejemplo: si mis hijos están bien: yo estoy bien... si la casa
está en orden y le agrada a mi esposo, yo estoy bien.... pero nuestra
identidad se pierde sin que seamos concientes de lo que está pasando en
nuestras vidas.
2.- Por lo tanto no conviene formar resentimientos en tu
corazón pues estos destruyen y solo empuercan el alma ya que poco a poco
dejas de sentir cosas buenas y te llenarás de sentimientos negativos.
Busca dentro de ti tu propia felicidad, vive por tI y para ti. Tú eres
responsable de estar bien por ti misma, de cuidarte, de arreglarte, de
tu dieta, de hacer las cosas como a ti te gusten, acuérdate que Dios no
te mandó a esta tierra para que seas infeliz sino para disfrutar de la
única vida que tienes, pero si eres infeliz es porque lo decides ser, tu
libre albedrío es tu herramienta para decidir como vivir cada uno de
los días que te resten en este mundo.
3.- Por último, (por que me puedo extender kilómetros)...
Duele... sí... y mucho... arde hasta los huesos.... pero duele tanto
como quieras que te duela, tanto como lo acrescentes, y acaba cuando
quieras que acabe y que empiece tu tranquilidad. Aquí interviene el
perdón, el amor a Dios, a ti misma, la fuerza de tu corazón y las ganas
que tengas de vivir.
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